Luego de temporadas de uñas larguísimas, nail art, y horas en la manicura, podemos afirmar que las uñas cortas se imponen. Así lo vimos en las pasarelas y festejamos esta tendencia relajada que destaca la belleza natural.
Para este 2024 el minimalismo también llegó a las manos. Las uñas cortas, cuidadas y en ocasiones al natural sin ningún tipo de artificio, son las que se vieron en desfiles y editoriales. Celebramos esta vuelta a lo esencial que que nos exime de la tiranía de tener que ir a la manicura a mantener artificios.
Las formas redondeadas o cuadradas seguirán siendo opciones a gusto de cada quien, y los tonos nude y los neutros serán sin dudas los más vistos. Algún detalle, sí: apliques pero súper discretos. Sin dudas la salud de las uñas es también una prioridad.
Por supuesto los tonos limón o los más dramáticos siempre serán tendencia. La pregunta es: ¿Vale la pena seguir somentiéndonos a elementos artificiales que arruinan las uñas y finalmente las enferman? Claramente no.
Los esmaltes semipermanentes y las esculpidas no son gratuitas. Las uñas comienzan a afinarse y a debilitarse, incluso (por más paradójico que parezca) los productos que se utilizan para endurecer las uñas, son los que finalmente producen su ruptura.
Sabemos que todo lo que sea artificial trae a la larga sus consecuencias, y la salud de las uñas también nos importa. ¿Cómo comenzar a cuidarlas?
Hay que limpiarlas bien e hidratarlas. Para ello no es necesario recurrir a productos específicos. El mix de aceite de oliva y miel para uñas y cutículas es súper eficiente, siempre y cuando se aplique con un buen masaje para que la sangre circule correctamente.
Nutrirlas con alimentos ricos en vitaminas A y B para fortalecerlas también es importante. Incrementar cereales, levadura de cerveza, tomates, pimientos rojos, zanahoria, nueces, almendras, y pescados es un buen comienzo.
Protegerlas de la humedad para evitar la apariencia de hongos es fundamental. Por eso es necesario proteger las manos con guantes si vamos a hacer tareas de jardinería o a lavar.
Las cutículas hay que cuidarlas tanto como las uñas. Y jamás retirarlas del todo ya que su función (entre otras) es evitar que ingrese agua y que se formen hongos. Recortarlas solo un poco es más que suficiente.
El uso correcto de la lima no es un dato menor. Hay que limarlas de un lado hacia el otro siguiendo siempre en la misma dirección y con pasadas largas y suaves. Nunca limar con movimientos de ida y vuelta. Para eliminar los restos que se hayan desprendido, hay que pasar la lima en posición vertical de arriba hacia abajo, en movimientos de una sola dirección.
Finalmente usar productos naturales como el limón para blanquearlas y dejarlas respirar durante al menos 15 días al mes es un buen truco para mantenerlas sanas. Eso sí: si vas a esmaltarlas nunca olvides poner base para evitar futuras manchas.