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Nuestra casa es el lugar más importante.
Toda casa se parece a sus dueños. Eso hace que una vivienda sea un hogar. Cuatro paredes y un techo reciben nuestra impronta, energía y vibraciones.
Siempre nuestra casa muestra qué le ponemos, cómo la mantenemos y cómo la habitamos.
Mantener nuestra casa limpia es la manifestación más clara de nuestro amor hacia ella.
La ciencia espiritual hindú que mejora la vida en casa se denomina vastu shastra, comenta el sitio Spiritual Research Foundation en un artículo, y sería algo así como una vieja tía del feng shui.
Se trata de un compendio de consejos para purificar el hogar y evitar todo tipo de malestares.
Entre otros preceptos destaca la importancia de conocer la naturaleza de sus habitantes y las actividades que allí se desarrollan para poder determinar con más precisión lo que se experimenta en casa.
Una limpieza ritual es efectiva si la hacemos con fe y expresando claramente nuestras intenciones. Así verás cómo empiezan a solucionarse algunos inconvenientes que venimos registrando.
Qué buscamos en la energía positiva
La energía positiva que ingrese puede ser económica, puede mejorar la relación de los convivientes, mantener alta nuestra autoestima y otras cosas que repercuten en nuestra salud física y emocional.

Porque hay que saber que, hacer un ritual de limpieza, no sólo mueve las energías de la casa, también y principalmente la de quienes la habitan.
Por eso vamos a seguir las indicaciones de Arquitectura y Diseño Magazine que, como todo especialista en espacios domésticos, en el aspecto energético tiene una fuerte impronta del feng shui.
Cómo hacer un ritual de limpieza y purificación
Las herramientas básicas del feng shui para hacer un ritual de limpieza son los cristales de cuarzo y los sahumerios.
Los humos aromáticos se utilizaban en la antigüedad en Egipto, Babilonia y Grecia.

Ellos usaban especialmente ramas secas de romero, lavanda, menta, jazmín, albahaca, canela, vainilla y palo santo.
Aún hoy, todas ellas participan de rituales espirituales de meditación y sanación, pues los aromas agradables propician la relajación y expulsan las energías negativas.

Para hacer en casa tu propio sahumerio haz lo siguiente:
- Elige las hojas o flores que más te agraden y déjalas secar.
- Una vez secas las ramitas, puedes atarla con hilo de algodón o cáñamo (nunca hilo sintético), añadiendo si quieres una ramita de canela, palo santo o vainilla.
- El ramito seco se enciende y se coloca en un cuenco que reciba las cenizas y permita que se queme con seguridad, sin que la brasa toque ninguna superficie inflamable.
- Puedes acompañar el proceso con cristales de cuarzo, velas o cualquier talismán al que le tengas fe.
Piensa en las energías negativas que quieres eliminar
Cuando enciendas el sahumerio, piensa con claridad en tu intención purificadora, en las energías negativas que quieres eliminar y en las energías positivas que quieres recibir.

- Empieza limpiando tu propia energía, paseando el cuenco por tu cuerpo desde los pies a la cabeza y regresando al corazón, siempre realizando con el cuenco movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj.
- Luego mueve el sahumerio por las diferentes habitaciones, primero por los rincones y luego hacia el centro, manteniendo el movimiento circular.
- Por último, deja quemar el sahumerio en reposo hasta que se extinga por sí solo, no lo apagues. Y si es posible, tómate un tiempo para relajarte y meditar en tu bienestar bajo el influjo de ese aroma. De esta manera cerrarás el ritual de purificación personal y de tu hogar.