Cinque Terre: cómo son los encantadores pueblos de Italia con casas de colores y viñedos junto al mar

  • En la costa del mar de Liguria, un circuito con callecitas y construcciones altas.

Caseríos en tonos pastel; viñedos y olivos escalonados; callejones y senderos mágicos. Los cinco pueblos de Italia que conforman Cinque Terre se encuentran en la costa de Liguria oriental, desde Punta Mesco hasta Punta di Montenero, en la provincia de La Spezia.

Se trata de Riomaggiore, Manarola, Corniglia, Vernazza y Monterosso al Mare, empezando por el este, que integran un circuito de ensueño de cara al Mar de Liguria.

Con registros históricos que se remontan al siglo XI, estos destinos fueron declarados Patrimonio Mundial de la Unesco en 1997, junto al cercano Porto Venere y las islas de Palmaria, Tino y Tinetto, por ser “lugares culturales de valor excepcional, que representan a la perfección la interacción armoniosa entre el hombre y la naturaleza”.

Primero surgieron Monterosso y Vernazza, mientras que los demás pueblos nacieron más tarde, bajo la hegemonía militar y política de Génova. En el siglo XVI, para contrarrestar los ataques de los turcos, los habitantes reforzaron las viejas fortificaciones y construyeron nuevas torres de defensa.

Sin embargo, a partir del siglo XVII las Cinco Tierras comenzaron un declive del que no se recuperaron hasta el siglo XIX, gracias a la construcción del Arsenal Militar de La Spezia y de la línea ferroviaria entre Génova y La Spezia.

Si bien el ferrocarril hizo salir a estos pueblos de su aislamiento, también los llevó al abandono de las actividades más tradicionales como la pesca y la agricultura, provocando un aumento de la pobreza y la emigración. Fue recién a partir de la década de 1960 cuando el desarrollo del turismo les devolvió el bienestar y la recuperación económica en forma paulatina.

Se puede llegar en tren a Cinque Terre y recorrer los pueblitos. Fotos ShutterstockSe puede llegar en tren a Cinque Terre y recorrer los pueblitos. Fotos Shutterstock

En 1999 se creó el Parque Nacional de las Cinque Terre, con 120 kilómetros de senderos temáticos para explorar a pie o en bicicleta (ver Miniguía).

A continuación, un recorrido inolvidable por estos pueblitos de mar azul y vinos ricos.

Riomaggiore

Es la más oriental de las Cinco Tierras. Si se parte de la ciudad de La Spezia, Riomaggiore aparece primero y funciona como la puerta de entrada a la región, con casas altas sobre rocas escarpadas junto al mar que se conectan con escaleras y callecitas angostas.

Para desandar la historia de Riomaggiore hay que remontarse a 1251, cuando los habitantes del distrito de Carpena, esparcidos por la ladera, juraron fidelidad a la antigua República de Génova.

Entre los siglos XIII y XIV los habitantes de esos asentamientos decidieron bajar hacia el mar y darle vida al pueblo. Con el visto bueno genovés, lograron el acceso marino y desarrollaron la actividad comercial de forma más rápida y segura.

Riomaggiore funciona como la puerta de entrada a Cinque Terre. Fotos ShutterstockRiomaggiore funciona como la puerta de entrada a Cinque Terre. Fotos Shutterstock

Riomaggiore tiene templos como San Juan Bautista -de tres naves y la central, doble- levantada en 1340, y el oratorio de Santa María Asunción, que conserva un tríptico del siglo XV y una estatua de madera del siglo XIV que representa a la Virgen.

El Castillo domina el centro histórico, con las casas distribuidas en distintos niveles siguiendo el recorrido del río Maggiore (antiguo Rivus Major), de donde toma su nombre. En cambio, el barrio de la Stazione creció con la llegada del tren y está en el valle del río Finale.

Construido en 1260 por los marqueses de Turcotti, señores de Ripalta, el Castillo fue completado por los genoveses en los siglos XV y XVI, tras el dominio de Niccolò Fieschi. En la actualidad, la fortaleza conserva parte de las murallas y las dos torres circulares, y al encontrarse en lo alto del pueblo, la vista sobre el mar es es maravillosa.

A su lado se levanta el Oratorio de San Rocco, el cual fue construido durante la peste de 1480. También se puede disfrutar de un panorama espectacular desde el Santuario de Nuestra Señora de Montenero, al que solo se puede llegar a pie.

Riomaggiore es ideal para caminar sin apuro. Fotos ShutterstockRiomaggiore es ideal para caminar sin apuro. Fotos Shutterstock

El sendero más famoso que une Riomaggiore y Manarola es la Via dell’ Amore, considerado “uno de los caminos más románticos del mundo” porque era el lugar de encuentro de los amantes de ambos pueblos, aunque el túnel fue creado originalmente para los trabajadores del ferrocarril.

Pero atención: como medida contra el turismo masivo, después de la última restauración hay que reservar y pagar 5 euros para recorrer este camino.

Imperdible del lugar: un chapuzón en el mar de la playa de Fossola.

Manarola

“Este es Instagram Point”. Los guías de turismo llevan a los visitantes hasta la Punta Bonfiglio, donde todos hacen fila con el celular en la mano para sacarle decenas de fotos al perfil más colorido de Manarola, que forma parte del municipio de Riomaggiore.

El segundo pueblo del circuito es quizás el más fotografiado por sus típicas casas-torres de estilo genovés: a la distancia, las viviendas superpuestas hacia arriba parecen legos amarillos, rosados, naranja intenso… Y todas cuentan con varias ventanas rectangulares y sogas con ropa secándose al sol.

Las casas-torres de Manarola, de cerca. Fotos ShutterstockLas casas-torres de Manarola, de cerca. Fotos Shutterstock

Al borde del precipicio, Manarola representa un tesoro urbanístico entre viñedos y olivares, entre lanchas y más túneles.

Fundado en el siglo XII, el poblado debe probablemente su nombre a una antigua “magna roea”, una gran rueda de molino que se puede ver a lo largo de la calle principal del centro histórico.

Desde los 70 metros de altura hasta una pequeña plazoleta sobre el mar se despliega un laberinto de calles empinadas. Precisamente, esta posición estratégica en altura fue clave para su desarrollo y defensa contra los piratas sarracenos.

Manarola se distribuye a lo largo de la Via Discovolo, con la plaza en la parte superior que alberga los principales edificios religiosos del pueblo. Se destaca la iglesia de San Lorenzo, construida en 1338 con tres naves y una fachada de piedra con un rosetón de mármol de Carrara y un bajorrelieve del Martirio de San Lorenzo.

Otros puntos de interés son el oratorio de los Disciplinati del siglo XV, el antiguo hospital de San Rocco (Lazzaretto), y el campanario, separado del cuerpo del templo y que antes funcionaba como torre de vigilancia.

Después de explorar las iglesias, los visitantes se dirigen al Belvedere, que constituye un mirador con una vista impactante de la costa.

Corniglia

Es el único pueblo de Cinque Terre que no tiene acceso directo al mar y se sitúa en lo alto de un promontorio rocoso de 90 metros. Sin embargo, sus casas son algo más bajas y anchas, y se parecen más a las construcciones del interior.

Corniglia es la única de las Cinco Tierras que no tiene acceso directo al mar. Fotos ShutterstockCorniglia es la única de las Cinco Tierras que no tiene acceso directo al mar. Fotos Shutterstock

El monumento más importante es la Iglesia de San Pietro, de estilo gótico-genovés, edificado hacia 1350 sobre los restos de otro edificio. Con un rosetón de mármol, su fachada está adornada con un bajorrelieve que representa a un ciervo, el emblema del pueblo.

Al igual que Manarola, Corniglia cuenta con un oratorio de los Disciplinados, que se remonta al siglo XVIII, desde donde se puede disfrutar del mar de Liguria, mientras que Taragio es la plaza principal y el alma del pueblo.

Vernazza

Una de las más sugerentes de las Cinco Tierras, Vernazza se ha documentado por primera vez en 1080. El notable nivel económico y social alcanzado en la Edad Media aún perdura en su arquitectura y conformación urbanística, con la presencia de iglesias, logias, casas-torres y pórticos.

Vista panorámica de Vernazza. Fotos ShutterstockVista panorámica de Vernazza. Fotos Shutterstock

El monumento histórico más destacable es Santa Margarita de Antioquia, una iglesia de estilo románico-genovés, cuya construcción se remonta al siglo XIII, en donde se reconocen un cuerpo medieval y otro renacentista.

El santuario de Vernazza es Nuestra Señora de Reggio, al que se puede llegar a través de un sendero que termina en una plaza con una fuente. El edificio, del que se tienen noticias a partir de 1248 -cuando se dedicó a Santa María-, está inmerso en la naturaleza a más de 300 metros de altura, desde donde también hay vistas panorámicas.

Vernazza se encuentra entre Corniglia y Monterosso al Mare. Fotos ShutterstockVernazza se encuentra entre Corniglia y Monterosso al Mare. Fotos Shutterstock

La iglesia tiene orígenes muy antiguos y se cree que fue construida en el siglo XI sobre las bases de un edificio precedente, cuyos restos se ven en la cripta.

En el interior se venera la imagen de la Virgen Negra con el Niño (llamada “la Africana”) que se declaró milagrosa con un decreto de 1771 tras numerosos presuntos prodigios que eligieron el santuario como meta de frecuentes peregrinaciones a partir del siglo XVII.

Monterosso al Mare

Es el destino de playa de Cinque Terre. Monterosso al Mare no sólo es el más grande de los cinco pueblos, sino que es el primero que fue documentado hacia 1056.

El paseo costero de Monterosso al Mare. Fotos ShutterstockEl paseo costero de Monterosso al Mare. Fotos Shutterstock

Compuesto por dos poblados, el casco viejo y Fegina -la parte más turística-, el lugar ostenta importantes monumentos: desde la iglesia de San Juan Bautista del siglo XIV, frente a la cual estaba el medieval Palacio del Podestà, hasta el castillo de los Fieschi en la colina de los Capuchinos.

A su vez, el monasterio tiene su iglesia dedicada a San Francisco, con obras de arte de inestimable valor, entre las cuales hay telas atribuidas a Van Dick, Cambiaso, Piola y Guido Reni.

Imperdible, la playa de arena de Monterosso al Mare. Fotos ShutterstockImperdible, la playa de arena de Monterosso al Mare. Fotos Shutterstock

En Fegina se destacan Villa Montale y la imponente estatua del Gigante que soportaba una terraza sobre los hombros.

Cómo moverse en Cinque Terre

  • Los aeropuertos más cercanos son los de Génova, a 110 km, y Pisa, a 85 km.
Hay varios senderos que conectan los pueblos de Cinque Terre entre sí. Fotos ShutterstockHay varios senderos que conectan los pueblos de Cinque Terre entre sí. Fotos Shutterstock
  • Desde el norte o el sur, La Spezia es la estación de trenes referente. En la ruta Pisa-Génova hay muchas frecuencias (www.trenitalia.com).
  • En auto, para Monterosso al Mare y Vernazza, la salida es de Carro-dano-Levanto o Brugnato; para Corniglia, Manarola o Riomaggiore, de Carrodano-Levanto o La Spezia.
  • Durante siglos, los senderos eran las únicas vías de unión. Los princi-pales para recorrerlos hoy son: el Sendero de la Cresta, la Vía de los Santuarios y el Sendero Azul.

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