Amamos lo unisex; sin embargo, las pasarelas mostraron estilos que oponen géneros. Por un lado, elementos como corbatas, chalecos sastreros y pantalones gigantes. Por otro, los componentes típicos del look coquette: moños, volados, strapless y transparencias. Los analizamos en detalle.
Masculino:
El espíritu: Con un dejo vintage o clásico remixado. Un pantalón sastrero pero con cintura cruzada o un modelo gigante con pinzas y rayas. El chaleco se encoje y las demás piezas se agrandan.
Los aliados: Gasa o red. Nada más acertado que las piezas con un toque rock para sumar carácter a un estilo conservador. Los abrigos puffer son el guiño de moda para llevar con prendas sastreras.
¿Cómo lo llevo? En tonos neutros, mucho mejor. Negro, blanco, gris, off white, y no mucho más. Un pantalón tiro medio con un cinturón de cuero grueso o un traje directamente sobre la piel con cartera en mano serán un acierto.
¿Cuándo? Sabemos que un look que atraviesa todos los tiempos puede llevarse de la mañana a la noche. Una camisa cerrada hasta arriba puede ser tanto o más sexy que una transparencia cuando la actitud manda.
Femenino:
El espíritu: Sofisticado. El costado aniñado se vuelve algo más desafiante. Hay elementos del flamenco y de los formatos de los ’40 que vienen a fortalecer estos estilismos para convertirlos en looks imponentes.
Los aliados: Los tops, los cuellos bebé y los zapatos abotinados, sin dudas. Los géneros como el encaje, las tablas y los lazos son fundamentales al momento de identificar este look lady like.
¿Cómo lo llevo? Faldas y vestidos siempre con caída libre. El vuelo determina su característica etérea y lo define. El blanco en sintonía con el nude sigue en carrera y los moños reemplazan las tachas.
¿Cuándo? Si necesitamos subir la energía, este estilo es infalible. Jugar con bordados, géneros que dejan parte del cuerpo a la vista o faldas con movimiento, estimulará nuestro costado lúdico, siempre liberador
El veredicto
Nos encanta que cada quien lleve lo que eleve su ánimo y espíritu. Divertirse frente al espejo y ensayar distintos equipos puede despertar una nueva faceta que ayude a descubrir un nuevo estilo. El mix siempre es un buen truco, y animarse, la clave.