‘The Batman’ continúa la exploración del universo criminal de Gotham City
Es curioso cómo el plan de DC de hacer borrón y cuenta nueva con su universo cinematográfico ha dejado a ‘The Batman’ de Matt Reeves en una suerte de Tierra de nadie independiente con su franquicia en expansión. Y es que, además de la secuela de las aventuras del cruzado enmascarado, tenemos también un spin-off protagonizada por uno de sus grandes villanos: ‘El Pingüino’ (The Penguin).
Con fecha de estreno programada para el próximo viernes 20 en Max (jueves 19 en HBO en Estados Unidos) y compuesta por ocho episodios (de los cuales he visto cinco), la serie arranca justo una semana después del final de la película, con Oz Cobb empezando a mover ficha en su plan de intentar escalar posiciones en la organización de los Falcone.
Lamentablemente, la lista de spoilers facilitada por HBO me evita hablar del punto que detona todo (y que ocurre en la primera escena) pero, digamos, será la irrupción en escena de una suspicaz Sofia Falcone (Cristin Milioti) recién salida de Arkham y buscando respuestas lo que complicará el plan del villano. A partir de ahí veremos un juego de poder tejido por mentiras, alianzas frágiles y traiciones en pleno centro del inframundo criminal de Gotham.
Un meritorio “ascenso” de Max a HBO
Todo esto conforma un drama criminal que, con sus defectos (algunos de los cuales desgranaré más adelante), es bastante potente y sólido. La verdad es que se nota en parte que la serie haya pasado de ser “Max Original” a “HBO Original” debido a que tiene ese toque de producción de prestigio propia de la cadena premium de Warner Bros. Discovery: un buen guion, una dirección bastante precisa y un reparto sublime.
Quizás los mayores peros de ‘El Pingüino’ viene más por lo que no es que por lo que es. Como lector habitual de cómics, la serie me ha recordado a esas miniseries comiqueras de 5 o 6 números dedicadas a explorar a un personaje, héroe o villano, y contar una aventura relativamente intrascendente del mismo… o sus orígenes. Es este aspecto de cosa pequeña y algo más simple de lo que, reconozco, esperaba, lo que le quita algo de puntos.
Una vez dicho esto, mentiría si dijera que la miniserie no funciona. Lo hace bastante bien. La historia diseñada por Lauren Lefranc, su creadora y showrunner, es potente y proporciona esos buenos momentos de acción, de golpe y contragolpes y de poner a los protagonistas en peligro que todos esperamos de un drama criminal con gángsters y bandas rivales (y no tan rivales).
Juego de villanos
Igual que pasa con otras series (y películas), el personaje menos interesante de la serie es precisamente el titular. No es que Colin Farrell no lo haga bien o que no sea interesante… solo que prácticamente la reina de la función es la Sofia Falcone de Cristin Milioti. Su personaje, de mujer recién salida del manicomio por excelencia del universo de Batman que quiere tomar las riendas del imperio criminal de su padre, es mucho más estimulante.
Sin salir del todo de este punto, si hay algo en que se nota esto es en el tiempo que se dedica a explorar a los protagonistas y el por qué son cómo son y cómo su historia les ha marcado. En estos cinco episodios el interés, en este sentido, no ha estado tanto en Oz como casi más en su recién encontrado compinche Victor (Rhenzy Feliz) y, por supuesto, en Sofia que protagoniza todo un episodio flashback.