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El signo lunar describe cómo percibimos la conexión con nuestra madre.
En la astrología, la Luna es uno de los tres puntos fundamentales de la lectura de la carta natal de una persona. No es un planeta, pero se la estudia como luminaria, al igual que el Sol, y se asocia con el simbolismo primordial de la madre.
Según la astróloga Rocío Sabatini, “la Luna nos habla de cómo recibimos y damos afecto, de nuestra capacidad de cuidar a otros y a nosotros mismos”. Consultada por Clarín, destacó la importancia de conocer nuestro signo lunar “porque muestra cómo se percibe la infancia —más allá de lo que realmente haya sucedido— y a nuestra madre”.
En astrología las Lunas se pueden dividir de acuerdo a su elemento, hay Lunas de fuego, tierra, aire y agua. Sabatini sostuvo que conocer las características de nuestro signo lunar nos permite entender mejor nuestro mundo interno, ese refugio donde buscamos calor en los momentos vulnerables.
“La vibración lunar nos acompaña en los primeros años de vida y desde ese lugar nos vinculamos —afirmó la astróloga—. Seguramente sentís identificación con la conexión que tuviste con tu madre o con la persona que cumplió el rol maternal en tu vida”.
El signo lunar: el dato clave sobre la infancia de una persona
Así como nacer en una u otra fase de la Luna tiene un significado para la astrología, la ubicación de la Luna en un signo simboliza distintas necesidades en la infancia de la persona.
Sabatini detalló a continuación qué significa tener la Luna en cada pulso zodiacal.
Cómo son las infancias con Luna en Aries:
“La niña o el niño con Luna en Aries percibe que nace en un contexto con mucho movimiento, acción e incluso combate, pues este signo de fuego es energía decidida, deseante y activa. Este pequeño carnero va a responder a una madre que sabe lo que quiere y lo acciona velozmente”, explicó Sabatini.
En general, estas personas encuentran su refugio en las acciones, pues perciben de parte de sus madres o cuidadores un ímpetu que sortea obstáculos, no teme dar órdenes e incluso puede basarse en un intercambio honesto y aguerrido.
La astróloga también indicó que, mientras van creciendo, estas infancias necesitan orientar su temperamento y sus enojos hacia actividades creativas contribuirá a que mejoren su gestión emocional a lo largo de la vida.
En la adultez, las personas con Luna en Aries probablemente busquen y provoquen pequeños conflictos, movimientos o acciones dinámicas para sentir que el vínculo con el otro está vivo: tiene dinamismo y futuro.
Cómo son las infancias con Luna en Tauro:
En el caso de los chicos con la Luna en Tauro, Sabatini indicó que crecen en un ambiente donde se valora mucho el contacto con la materia y el afecto se demuestra mediante objetos y elementos materiales.
En su infancia perciben a las figuras maternales como proveedores constantes de lo que necesitan, sea comida, regalos o juguetes. Crecen percibiendo al mundo a través de una perspectiva de seguridad, sienten que si pedían algo, lo tenían.
En general, los nativos con Luna en Tauro encuentran su refugio emocional cuando se sienten en estrecha conexión con la “tierra” (su elemento) a través de acciones simples como cocinar, hacer huertitas, jugar con masas o esculpir porcelana.
La astróloga añadió que la conexión entre estas personas y su cuidador/a tiende a basarse en la entrega material, el placer y el impulso de suplir todas sus necesidades. Por eso, el adulto con Luna en Tauro evaluará el vínculo con el otro como seguro y válido si cuenta con una dosis de seguridad financiera.
Cómo son las infancias con Luna en Géminis:
“La niña o el niño que tiene en la carta natal a la Luna en Géminis capta el mundo como un espacio de intercambio y de aprendizaje recurrente”, explicó la especialista. Por su parte, madres o cuidadores con esta energía lunar “valoran que su hijo/a posea un aspecto intelectual, sepa dialogar, hacerse de amigos y mantenga siempre su curiosidad despierta”.
En el caso de los chicos con Luna en Géminis, nada los pondrá más contentos que presentarles juegos y desafíos mentales, actividades que alimenten su deseo de conocimiento o paseos a librerías y bibliotecas llenas de información por descubrir.
Gracias a la afición que estas infancias tienen con el vocabulario y las formas de comunicación, la astróloga sugirió que las actividades no se limiten a trabalenguas o adivinanzas y que se incluya el lenguaje de las emociones y su registro.
En la adultez, la adaptabilidad y el diálogo continuo serán los dos pilares que darán seguridad a las personas con Luna en Géminis, ya que así se construyó su conexión con la figura materna o de cuidado. Para Sabatini, este carácter mercurial también les hará sentirse muy cómodos frente a múltiples opciones que aparezcan en su vida.
Cómo son las infancias con Luna en Cáncer:
El signo de Cáncer es el único que está regido por la Luna. Por ende, se relaciona con todas las funciones lunares: el período de la niñez, la maternidad, el cuidado y la nutrición.
“Las infancias con Luna en Cáncer nacen y crecen en un ambiente de mucha seguridad emocional y un contacto cálido con su madre —afirmó la astróloga—. Es muy probable que les cueste adaptarse a lugares nuevos”.
Sabatini también precisó que cuando esta Luna de agua se siente vulnerable se refugia en su caparazón, se vuelve rígida, inaccesible e inflexible.
Con estos nativos, la conexión con la figura materna está basada en dar y recibir protección, mimos y cuidados. En la adultez, las personas con Luna en Cáncer buscarán crear su propia tribu, disfrutar de un profundo sentido de pertenencia y sentir familiaridad entre los suyos.
Cómo son las infancias con Luna en Leo:
Los chicos con la Luna en Leo se caracterizan por ser el centro de atención de la casa. Sabatini resumió la percepción del mundo en una frase: “El afecto se vincula con el aplauso”.
En general, el histrionismo, la adrenalina y el magnetismo de estos nativos puede potenciarse en actividades escénicas o que impulsen su creatividad. “Son ideales para poder desplegar su talento en espacios donde puedan mostrar su brillo propio desde pequeños”, afirmó la astróloga.
Parte del trabajo para las personas de Luna en Leo será comprender que la dinámica es diferente en el mundo fuera de casa. “En el mundo real no todas las personas van a celebrarlos como en casa y será importante trabajar la humildad y la simpleza”, señaló Sabatini.
Cómo son las infancias con Luna en Virgo:
La Luna en Virgo percibe a sus figuras cuidadoras con una perspectiva detallista, cuidadosa y metódica. Esto cultiva una dinámica de “para que mamá me quiera, tengo que ser organizada/o”. Es importante que siempre se haga un trabajo personal para que equivocarse no sea un error. Para ellos, será importante estar al servicio de los demás y del sistema.
En estas infancias es muy beneficioso que su carácter cultive la espontaneidad y la flexibilidad, no sólo en el compromiso y lo riguroso.
“Para acompañar a estos pequeños virginianos lunares es clave celebrar la equivocación y permitirles ambientes donde puedan darse la oportunidad de improvisar y expresarse sin estructuras”, indicó Sabatini.
En la adultez, las personas con Luna en Virgo traducirán el detallismo y los actos de servicio como grandes muestras de afecto y comprensión.
Cómo son las infancias con Luna en Libra:
Los nativos de esta Luna son artísticos, sociales y buscadores constantes del balance y el equilibrio. En estas infancias existe una tendencia para mantener a raya: “Para que me quieran tengo que complacer a mi familia y generar un clima de equilibrio”.
Sabatini indicó que es fundamental que, de chicos, realicen actividades que los contacten con la riqueza de su mundo interno. En la relación de niños y niñas con sus cuidadores la simetría es central.
En la adultez, las personas con Luna en Libra buscan satisfacer al otro, construir un espacio de seguridad donde prime la armonía y la ecuanimidad. Para ellos, nada es más seductor que la medida justa y la reciprocidad en su vínculo.
Cómo son las infancias con Luna en Escorpio:
Las personas que dieron su primer respiro bajo esta lunación de agua estarán rodeadas de temáticas plutonianos: el apego, la transformación, la vida y la muerte, su conexión con el mundo psíquico.
La Luna en Escorpio da cuenta de una relación con la madre que se distingue por su intensidad y que podría ser percibida por niño/a como posesiva y absorbente a nivel emocional. “Es importante para estas infancias contar con un espacio donde conectar con su mundo emocional independiente libre de represiones”, dijo la especialista.
El adulto con Luna en este signo de agua de loto necesitará de una dosis de intensidad. Para sentir que el vínculo con el otro tiene fuerza y vehemencia.
Cómo son las infancias con Luna en Sagitario:
Los chicos con Luna en Sagitario adoran los viajes, los vínculos conectados con el extranjero o las experiencias religiosas. “Quienes nacen con este desplazamiento viven una infancia de fantasía muy grande, experimentan un contexto mágico y son alentados a desafiar los límites”, indicó la astróloga.
En la adultez, muchas veces este registro optimista se puede volver negador de los problemas cotidianos. Sin embargo, la relación entre la madre e hijo/a puede estar basada en la independencia.
Por este motivo, los nativos van a verse atraídos por las nuevas experiencias y la sensación de que no han perdido su valiosa autonomía al estar en pareja. Acciones que para otros serían una señal de desapego, ellos las perciben como una muestra de confianza y respeto.
Cómo son las infancias con Luna en Capricornio:
La Luna en el décimo signo del zodiaco es “una de las lunas más complejas”, dijo Sabatini. Estas infancias transmiten una energía sensata proveniente de Saturno, el regente de Capricornio.
Suele suceder que estos chicos sean criados por adultos mayores o dentro de un contexto que responde a mucha estructura. Así, de a poco, niños y niñas con esta Luna absorben la sobriedad y las exigencias del ambiente.
“La relación entre la figura materna y el pequeño cabrito lunar puede estar teñida por las metas, la disciplina y la obediencia —explicó la astróloga—. Es probable que el pequeño cabrito lunar perciba que los grandes ‘siempre están ocupados trabajando’ y decida ‘no molestar’ con sus necesidades emocionales”.
En la adultez, estas personas van a necesitar una estructura y valorarán las acciones que exalten algunas tradiciones. Esto les hará sentir que el vínculo con los demás tiene orden y futuro. Sin embargo, es fundamental que trabajen en conocer su mundo emocional y que expresen lo que sienten, comprendiendo que sus sentimientos no “molestan”.
Cómo son las infancias con Luna en Acuario:
Las personas con Luna en Acuario suelen crecer en ambientes revolucionarios, vanguardistas y llenos de cambios. Además, responden emocionalmente a vibras colectivas y a trabajos en red.
A diferencia de la Luna en Leo, su signo opuesto complementario, la imagen que representa su dinámica prefiere “verse como hormigas que atraviesan cambios con toda la humanidad”.
Sabatini indicó que es clave para estos chicos recibir seguridad desde la palabra más que a través de expresiones físicas. La relación entre madre e hija/o “puede basarse en la excentricidad y la intermitencia”, agregó.
El adulto con Luna en Acuario precisará siempre de libertad para sentir que el vínculo con los demás se alimenta de creatividad e independencia. Nada le hará más ruido que sentirse condicionado a convenciones que no resuenan con su alma.
Cómo son las infancias con Luna en Piscis:
Si hablamos de una emocionalidad profunda y mística, la Luna Piscis es la que encabeza la lista. Desde chicos, puede que a los adultos les parezca que ellos son “pequeños psíquicos que ven algo que no alcanzamos a ver nosotros”, dijo la astróloga.
En general, durante la infancia crecen en entornos donde el vínculo con la figura materna “es simbiótico y de fusión”.
También es importante que no pierdan contacto con su magia interna y espiritual. De hecho, les resulta muy beneficioso si encuentran un lenguaje o un método que les permita poner en palabras su conexión con la trascendencia. Puede ser la música, algún lenguaje simbólico, la pintura o el esoterismo.
En la adultez, las personas con Luna en Piscis se sentirán muy seguros en vínculos que cultiven la dulzura, la expresión sutil de las emociones, los actos tiernos. Lo material o los arrebatos no siempre conquistarán su lado más vulnerable.
Asesoró la astróloga Rocío Sabatini. En Instagram, @rowsabatini.